sábado, 6 de diciembre de 2014

EXPERIENCIA EN EL CURSO

Durante el desarrollo del curso he ido adquiriendo muchos conocimientos interesantes. En primer lugar el origen del tdah como enfermedad, destacando el fuerte componente genético que aparece en los individuos afectados. De este modo, con un hándicap subyacente, los alumnos se ven afectados por un medio escolar y social que no les es favorable para su adecuado desarrollo, provocando importantes disfunciones a nivel congnitivo y conductual, que son necesarias abordar adecuadamente.
También es destacable que los diagnósticos de tdah no están libres de polémica y, a pesar de los avances científicos, siguen elevándose voces que hablan de una enfermedad inventada, que favorece el exceso de medicación en beneficio de las empresas farmacéuticas.
Año tras años los diagnósticos de tdah aumentan y desde el entorno escolar se hace necesaria la formación. Hemos aprendido lo importante del diagnóstico precoz, y la colaboración entre los servicios médicos, la escuela y la familia, para su correcta atención.
Desde la escuela nuestro apoyo, atención, comprensión y motivación constantes son imprescindibles, para atender su problema, porque así debemos entenderlo. Son alumnos que tienen un problema que es necesario atender, en contra de la visión que teníamos muchos hasta ahora, que nos hacía ver que el problema era el alumno.
Hemos aprendido técnicas para resolver o paliar, al menos, los conflictos. Debemos realizar las indicaciones o correcciones una vez, no debemos argumentar en plena crisis, es inútil. Por el contrario, debemos siempre propiciar el refuerzo positivo y las situaciones favorables al éxito. Establecer instrucciones claras, en este sentido son muy importantes las autoinstrucciones, con las que comprobamos la correcta comprensión de lo que queremos de ellos. Debemos ayudarles a la organización del trabajo,  en el que las rutinas serán esenciales (muy interesante ha sido conocer el uso y el significado de las rutinas de pensamiento), establecer unos límites claros, favorecer la organización de las tareas diarias, donde será muy importante la coordinación con la familia.
También hemos profundizado en la realización de adaptaciones curriculares, donde se refleja el trabajo que deben desarrollar. No implican un menor nivel de exigencia curricular, pero sí una adecuación a las necesidades cognitivas, de modo que puedan centrarse en lo esencial, reflejando la metodología que llevamos a cabo, de igual modo las pruebas escritas se adaptan para evaluar de acuerdo con el trabajo que estamos realizando con ellos y que les permite centrarse adecuadamente.

En definitiva, un curso bastante práctico que nos ha facilitado el acceso a una serie de conocimientos que podemos aplicar sin dificultar alguna en el tratamiento de nuestros alumnos con tdah.